Navego por las noches, envuelto en el sudor de las pesadillas, y en la espuma marina de cosas que nunca quiero rememorar. El rumbo no importa, flotando entre las inmensas alfombras, en la vasta extension, en el espacio infinito.
Travesia del desierto, donde el tiempo se detiene, ningun oasis asoma.
Mantenerse a flote, a la deriva, en la noche, en la inmensa nada.
Sin agua, sin horizonte,
...los instintos mandan.