lunes, 8 de julio de 2013

¿triunfo?.

Tanta dentellada, y solo aire para masticar.
Tanto espadazo y sangre derramada.
No tengo enemigos para matar.

¿Por qué?, si soy el más grande, el mejor, el elegido.

La soledad de la evolución y el triunfo arrasados.

Ahora observo con estupor los cuerpos caidos.
Aquellos que su bandera fue el honor.

Y siento que el vencido soy yo.

La tierra bajo mis pies me aplasta,
el aire que respiro me asfixia,
el fuego abrasa con ensañamiento mis entrañas,
que ni las aguas tan lejanas,
tan siquiera serán capaces de ahogar esta agonía.

La luz del día me anestesio, y la noche me atrapo en su eterna oscuridad.







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