jueves, 21 de julio de 2011

The Crusade / Into the Storm (historia inspirada en las canciones).

 
Ha pasado tiempo en una conversacion, en una de tantas y tantas sobre musica, surgio un pequeño reto escoger una o varias canciones y escribir lo que nos inspirase. He sido vaguete y he ido por el camino facil que era hacerlo con temas de rock y metal de tematica epica y fantastica, por fin esta redactado y sobre todo cumplida mi parte del trato. Prometo ser un poco mas original y probar el mismo proceso pero con estilos musicales diversos y no tan evidentes como este. He tratado de darle vueltas, pero no puedo (y es que no queria ser el ultimo en hacerlo jajaja, ademas me llevo un gallifante extra por publicarlo en el blog que lo lee todo quisqui antes que por mensajes personales. Mejor 2 gallifantes, jajaja, porque lo valgo, jajaja. Soy de escribir en bruto y solamente pulir en pleno proceso. Aquí esta mi "texto épico", inspirado en 2 temas musicales, ese era el reto y ya esta cumplido, simplemente deseo que os guste a tod@s tanto quienes me seguis de manera oficial, como quien lo hace desde la sombra. El primero, tema instrumental "The Crusade" del grupo Trivium, el segundo tema, este cantado es "Into the Storm" del grupo Blind Guardian.

Por supuesto a quienes leais este post os animo a escuchar rock y metal, y dejar viajar la mente a paraísos increíbles. Es una de las experiencias mas increibles y maravillosas que conozco de este mundo en que nos ha tocado vivir. Hay va la historia:


  "El viento agita a un ritmo que no cesa. Provoca que las puntas doradas de las espigas de trigo den movimientos vaidos de un lado para otro. Arrulla el caudal del río, arrastra cúmulos de nubes agrupándolas en formaciones que se tornan mastodonticas, el preludio...
  Cierras los ojos, extiendes la palma de ambas manos sobre las espigas alicaídas del cereal que cabecean a un ritmo frenético. Por el aspecto y el aroma que desprenden pronto será su cosecha.
  Reafirmas tu posición en el suelo, tus pies apuntan al inicio de una carrera sin fin. El suelo deja al descubierto su intimidad, arena de tonos ocres.
  Las ventanas de tu nariz se ensanchan, percibes aromas ferricos y de madera astillada, quiza incluso de hogares arrasados por el fuego y la destruccion. Activan tu sensación de alerta, te preparas para aun no sabes que.
  En segundos, visualizas tu destino imposible de conocer. Abres los ojos, la mirada se torna cual águila fijando su objetivo, su presa, allá en la lejanía.
  Un soplo repentino de viento, trae la señal a tus oídos. Se aproximan. Ya llegan...
  Exhalas un suspiro, y en un acto de valentia fijas tu mirada hacia el suelo. Convencido que no tienes nada que perder, tu vida ya poco vale, te arrebataron a quienes mas querías, ahora eres como un fantasma que se pasa dias y dias en vela, como una estatua de sal, como un ser sin sombra.
Tomas impulso, respiras hondo, y reclamas a las deidades su protección, que ofrezcan su ayuda incondicional, necesitas mantener un fuerte espíritu de valentia para la lucha que se avecina.
  En escasos segundos, avanzas como una exhalación. El suelo comienza a emitir temblores asíncronos debido a tu marcha y de tu garganta o quien sabe si en realidad del fondo de tu alma, sale un grito que atraviesa la campiña, el aire, inunda el espacio, y carga el ambiente de rabia contenida y dolor. Todo el dolor, por la ridícula avaricia y ansia de poder de quienes arrebataron a los tuyos.
  En la carrera que no parece tener final, alzas tu espada al cielo, los rayos de sol se quedan atrapados en el filo del bronce desgastado. Arrimas el escudo contra la malla metálica que recubre tu denostado y curtido cuerpo por la mísera batalla.
  Avanzas y avanzas, el tiempo no parece transcurrir, hasta que de repente unos remolinos que enturbian de polvo el aire, anuncian el preludio del choque que se avecina. Aprietas los dientes a la vez que mentalmente vas fijando tu objetivo.
Asientas tu posición tras un enérgico salto con el que frenas la carrera, a la vez que tu brazo hondea hacia atrás, para tomar impulso y blandear hacia delante y en trayectoria horizontal, a la vez que vas dibujando un semicírculo, estos movimientos de la pesada pero contundente arma de bronce son entrecortados por el choque certero contra los cuerpos que en escasos instantes perecerán en el suelo.
Bufidos cargados de metal, exclamaciones que alertan del dolor, riego continuo de sangre y sudor. Entremezclados con incesantes goteos de hiel, conforman una brutal mezcla. Un lienzo que nunca se tuvo que pintar, ni tan siquiera imaginar. Una obra que la historia deberá dejar en el olvido.
Ni si quiera cada vida que el filo de tu espada cercena, sirve para nada. Tan solo alimentas tu rabia, tu desolación, tu tristeza. Hace tiempo perdiste el sentido, hace tiempo no encuentras tu norte, tu estrella polar.
Oleajes incesantes enturbiados de tonos ocres, del color de la sangre que se va derramando, espectaculo digno de nada, de la muerte que se esta instalando, hacen estremecer hasta el ultimo rincón de los vastos campos, que hacia unos momentos eran un calmado mar de predominantes tonos dorados, y colores que rayaban similitud a la luz del sol.
Entretanto, mezclándose en esta maraña de vida y de muerte, comienzan a caer gotas de lluvia, comienza la tormenta. El agua cae sin parar, y a tal velocidad que mas que lluvia, parecen agujas que se precipitan y acaban clavándose en la piel.
  Observas la sangría derramada a tu alrededor, toda la amalgama de fluidos, es rápidamente calada por la tierra ferruginosa, o desaparece en regueros afluyentes.
Todo ha terminado,...respiras exhausto, jadeante, la locura transitoria de lo sucedido rebaja su intensidad, y poco a poco recuperas el aliento y tu pulso vuelve al ritmo normal. No sabes si llorar de pena o de alegría, ni tan siquiera gritar de rabia o de jubilo por lo acontecido.
  Giras tu cuerpo para contemplar la totalidad del macabro espectáculo.
De repente ves un brillo despuntando a lo lejos, y piensas en el regalo que te esta haciendo el sol, parece que aun entre la lluvia incesante, saldrá el sol al menos, quizás pare incluso de llover...
Pero no eran rayos de sol, es la punta de una lanza, que atraviesa sin poder hacer nada por evitarlo tu malla metálica protectora revienta, abre paso al metal, y te atraviesa el torso. Se hace el silencio, tu cuerpo vence hacia delante ligeramente, y de tu espalda asoma levemente su puntal que ahora no brilla. No es un hilo de luz, ni es un destello,...es tu sangre que comienza a encharcar los eslabones de tu protección corporal. La sangre corre, se expande y tiñe los eslabones metálicos.
¿Por que ha sucedido esto?,...un guerrero que tu espada no remato, que también agoniza y exhala sus últimos suspiros, quiere que su alma obtenga pasaje seguro en las aguas del río Estigia.
Te arrastras de mala manera, lentamente pero convencido que aun te quedan fuerzas para rematar tu acto final, y tras un último esfuerzo, levantas tu espada y cercenas su testa, asi al menos no podrán ser cumplidas sus plegarias.
Oyes una melodía suave, no sabes si la locura te esta inundando, si son los estertores del paso a la muerte. Tu mirada se nubla y todo lo que ves esta teñido de blanco. En un intento por abrir tus parpados al máximo, ves corretear a tus pequeños hacia ti, sonríen y muestran su alegría por volver a verte. Tu esposa, tu pareja, tu cómplice, esta unos pasos mas atrás que ellos, y te muestra su sonrisa, su mirada es tan preciosa como el primer dia que la conociste, aunque mas hermosa es ella, te sientes eternamente privilegiado porque el destino o sabe el mundo que razon seria, de haberla conocido, de compartir vuestros seres, vuestras vidas, vuestros caminos... Te dedica unas bonitas palabras, y te dice que le encanta tenerte a su lado de nuevo, y que te echaba tanto de menos... Tus chiquillos saltan a darte un abrazo, y cuando les recibes con los brazos abiertos, de repente todo se inunda en un gran estallido de luz, todo inmaculado, más que silencio el unido sonido que se puede escuchar es el vacío. Sientes un fuerte golpe que te agita tu cuerpo físico ya agotado, inservible, y de repente sientes tu ser más liviano que nunca. Tu cuerpo queda alli abajo desprendido como en un proceso de metamorfosis, cual crisalida. Atraviesas el horizonte lleno de luz, al final de este recorrido sientes y sabes de sobra que por fin te reunirás con los tuyos...para siempre.


 


2 comentarios:

  1. Buen texto y... las ilustraciones me encantan... siempre tan inspirado Mike

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  2. Muchas gracias por lo que dices. Las ilustraciones si te gustan buscalas, "the crusade" del grupo Trivium, (que fue el tema que me inspiro este texto),y la segunda del silmarillion (señor de los anillos).

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